enfrentando el inmenso mar,
va mi vida simplemente;
aguantando el caporal.
* Si la suerte me acompaña
aguas tranquilas surcaré,
y si me encuentro una tormenta;
como pueda resistiré.
* Es difícil ser la única
capitana de mi barco,
decidir el rumbo correcto
en ocasiones me cuesta trabajo.
* Pero no hay remedio que valga
en esta dura profesión,
simplemente yo navego
por instinto y resolución.
* Y en las noches estrelladas
cuando todo calmo está,
yo me siento satisfecha;
de mi osado navegar.